El verbo tingeln, ya casi en desuso, se usaba para describir la acción de trabajar como artista ambulante.

Tingeltangel se relaciona con un tipo de espectáculo que surgió en la segunda mitad del siglo XIX como competencia a las grandes compañías de teatro y circo.

En el Meyer Konversations lexikon de 1909, Tingeltangel aparece como una expresión berlinesa para nombrar las salas de espectáculos de cabaret y burlesque con números de variedades como canto, danza, teatro y acrobacias.

Su apreciación sociocultural fue principalmente negativa. Tingeltangel era visto como un hervidero para la prostitución, por lo que el Estado, preocupado por los peligros de este tipo de teatro, requirió de autorización policial para poder representarlo. Así, en 1877, los periódicos histórico-políticos de la Alemania católica anunciaban: “Si el café de París cantaba frívolo, el alemán Tingeltangel es mezquino. Con su gracia innata, el francés supo suavizar lo que convirtió la torpeza alemana en un cinismo desnudo". "Es precisamente a través de la conexión del negocio de los restaurantes con la industria del teatro, que el efecto pernicioso de la frivolidad dramática se lleva prácticamente a miles".

Esta palabra la encontramos en diferentes referencias artísticas y culturales a lo largo de la historia. Después de la Primera Guerra Mundial, el término se hizo muy popular para nombrar locales y espectáculos de cabarets. Karl Valentin, por ejemplo, tenía un espectáculo de cabaret llamado Tingel Tangel desde 1914. Y Friedrich Hollaender fundó el Tingel-Tangel-Theater en Berlín en 1931.